Conocido como El Puente Viejo de Candeleda, esta joya arquitectónica se alza como uno de los rincones más emblemáticos y fotogénicos de la zona. Cargado de historia y leyendas, no solo conecta dos orillas del río Tiétar, sino también el pasado con el presente, el hombre con la naturaleza, y la tradición con la modernidad.

Un puente con siglos de historia

El Puente Viejo es, en realidad, una construcción medieval que sirvió durante generaciones como paso clave para los viajeros, comerciantes y ganaderos que transitaban la comarca. Su sólida estructura de piedra granítica ha resistido las crecidas del río y el paso del tiempo, convirtiéndose en uno de los símbolos históricos más queridos de Candeleda.

Aunque su origen exacto no está documentado con precisión, se cree que data de entre los siglos XV y XVI, cuando el valle se convirtió en un importante cruce de caminos para el comercio local y la trashumancia. Su arco elegante y su calzada empedrada transportan al visitante a épocas en las que las caravanas de mulas y pastores eran una estampa cotidiana en estos parajes.

Un lugar lleno de encanto y de vida

Hoy en día, el Puente Viejo en Candeleda no solo es un vestigio arquitectónico de gran valor, sino también un espacio vibrante, frecuentado por locales y turistas que buscan disfrutar del entorno natural. Bajo sus arcos discurre el río Tiétar, cuyas aguas frescas y limpias invitan a pasear por sus orillas o incluso a refrescarse en los meses de verano.

Además, desde este punto privilegiado, es posible admirar la belleza del paisaje circundante: la silueta de la Sierra de Gredos al fondo, las huertas tradicionales de la zona y la vegetación de ribera que cambia de color con cada estación del año.

¿Qué más puedes visitar cerca del Puente Viejo de Candeleda?

El entorno del Puente Viejo es ideal para completar una jornada perfecta de turismo rural:

  • El Charco de la Nieta: A pocos metros del puente, este paraje natural es uno de los rincones favoritos para darse un baño en verano o simplemente relajarse junto al agua. Su acceso es fácil y el entorno es espectacular.
  • La Garganta de Santa María: Un precioso sendero parte desde las inmediaciones del puente y se adentra en este paraíso natural de pozas, cascadas y bosques frescos. Ideal para los amantes del senderismo y la fotografía.
  • El Casco Antiguo de Candeleda: Subiendo hacia el centro del pueblo encontrarás callejuelas empedradas, casas de arquitectura tradicional serrana, pequeñas tiendas de artesanía y bares donde degustar productos típicos como el queso de cabra o las migas extremeñas.
  • El Santuario de Chilla: A unos kilómetros del puente se halla este lugar de peregrinación, rodeado de naturaleza, desde donde se obtienen vistas espectaculares del valle.

Un lugar que invita a detenerse

El Puente Viejo es también uno de los lugares preferidos para los aficionados a la fotografía. Su silueta reflejada en el agua, especialmente al amanecer o al atardecer, ofrece imágenes de postal. No es raro ver parejas de novios haciéndose aquí sus reportajes de boda o grupos de excursionistas descansando mientras escuchan el rumor del río.

Además, quienes buscan tranquilidad pueden disfrutar de un picnic en los prados cercanos o simplemente sentarse a leer bajo la sombra de los árboles, lejos del ruido y el estrés de la vida urbana.

Consejos para tu visita

  • Se recomienda visitar el puente temprano en la mañana o al atardecer para evitar el calor en verano y disfrutar de la luz más bonita para fotos.
  • Lleva calzado cómodo si piensas hacer alguna de las rutas de senderismo cercanas.
  • Si vas en familia, los niños disfrutarán especialmente explorando las zonas de baño y juego a orillas del río.

El Puente Viejo de Candeleda es un punto de encuentro entre la historia y la naturaleza, un rincón con alma que invita a detenerse, contemplar y respirar.

Conoce más lugares para visitar en Candeleda.

¿Necesitas hospedarte? Reserva con nosotros aquí